domingo, 6 de julio de 2008

Asegúrate que sea negocio

Por: Robert Kiyosaki
Esta es una lección que debes aprender para tener éxito como dueño de un negocio propio.
Un amigo mío renunció a su trabajo bien remunerado con un gran banco en Honolulu y abrió una diminuta tienda de almuerzos en la zona industrial de la ciudad. Como funcionario de préstamos, veía que los clientes más adinerados del banco eran emprendedores, así es que renunció a su trabajo y fue en busca de su sueño. Cada mañana, él y su mamá se levantaban a las cuatro am para preparar los alimentos que servían a la hora del almuerzo.

Los dos trabajaban arduamente, haciendo ahorros y recortando costos lo más que podían para ofrecer comidas deliciosas a bajo precio. Durante años, me detenía en el negocio, almorzaba y les preguntaba cómo les iba. "Algún día creceremos", decía mi amigo. "Un día contrataremos gente para que hagan el trabajo duro en vez de nosotros".
Ese día nunca llegó. Su mamá murió, el negocio cerró, y mi amigo aceptó un puesto como gerente de un restaurante de una franquicia de comida rápida. "El salario no es muy alto pero el horario es mejor", me dijo la última vez que lo vi.
En su caso, su paracaídas no se abrió. Se estrelló contra el suelo antes de que pudiera construir un negocio. Mi amigo y su mamá estaban contentos, pero nunca avanzaron a pesar de trabajar arduamente. Me refiero a esta historia para explicar el mismo punto. La lección importante a observar aquí es que el negocio comenzó a fallar antes de que fuera un negocio. Y se pensó mal antes de que mi amigo renunciara a su trabajo.

El trabajo más importante del emprendedor comienza antes de que haya un negocio o empleados. Su labor es diseñar una empresa que pueda crecer, emplear a mucha gente, agregar valor a sus clientes, convertirse en un ciudadano corporativo responsable, traer prosperidad a todos los que en él trabajan, ser caritativo y, finalmente, ya no necesitar al emprendedor.

Antes de que haya un negocio, el emprendedor exitoso ya lo dibujó en su mente. En palabras de mi padre rico, este es el trabajo del emprendedor.
Después de uno de mis frustrantes fracasos de negocios, acudí a mi padre rico y le pregunté. "¿En qué fallé? Creía que lo había diseñado bien". "Obviamente no lo hiciste", respondió mi padre rico con ligero sarcasmo. "¿Cuántas veces lo tengo que repetir? Soy el fracaso más grande que conozco". Mi padre rico dijo, "los perdedores se dan por vencidos cuando fallan. Los ganadores fallan, hasta que tienen éxito".

Fuente: SoyEntrepreneur.com

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